23 de julio de 2021 | Santiago Auserón
El mordisco mestizo de Juan Perro
Hay conciertos a los que se va a aprender y, si los aprovechas bien, sales siendo más sabio. No hablo del saber en términos volumétricos, de atiborrarse de toneladas de datos. Para eso ya está la Wikipedia. Hablo de la sabiduría como herramienta para el crecimiento interior, para el enriquecimiento personal. Exponerse a estímulos que nos permiten comprender mejor el mundo que nos rodea, estar más abiertos a la reflexión. Hasta a hablar mejor, nos enseñó el doctísimo Santiago Auserón en su actuación en Viveros, leñe, con esa dicción y ese vocabulario que se gasta. El incombustible rastreador de huellas sonoras, el ínclito trovador que se ha propuesto borrar las etiquetas con su batidora de géneros desde los márgenes de la industria, el eximio conversador que ofrece entrevistas dignas de enseñarse en las escuelas dio el jueves, vestido de Juan Perro, una clase magistral en una València ahogada por el bochorno.